Caso Bravo: familia de policías imputados asegura que “se demostró que es una causa armada”
Fernando Fleitas e Iris Noguera, padres del imputado Alexis Fleitas, solicitamos nuestro derecho a réplica en relación a lo publicado en la edición del lunes 21 bajo el título “Caso Bravo: ‘Quedó demostrado que hubo tortura seguida de muerte’”, nota que nos agravia a pocas horas de que el tribunal se expida, porque es un intento de inducir a la opinión pública y presionar a los jueces de la Cámara del Crimen de Charata.
Leo Bravo murió a raíz de un infarto provocado por su adicción a la cocaína. Los policías son inocentes y se demostró que es una causa armada.
Antes de conocer la sentencia, asociaciones de todo el país se presentarán como Amicus Curiae para pedir al Tribunal que absuelva a los trabajadores policiales.
Policías imputados por la muerte de Leandro Bravo. Sus familias aseguran que son inocentes y que la causa fue “armada”
Las familias acompañadas por distintas organizaciones sociales, sindicales, gremiales y de Derechos Humanos ya habían advertido que era una causa armada, y en las jornadas de debate esto quedó confirmado.
En relación a la nota concedida al señor Darío Gómez y que amerita esta respuesta, en primer lugar aclarar que durante la sucesivas jornadas declararon profesionales médicos y todos concluyeron que Leandro Bravo murió de un infarto de miocardio, que esta causal de muerte estaba relacionada con un deteriorado estado de salud fomentada por un consumo masivo de cocaína (sustancia de la cual Bravo era un habitual consumidor), que a su vez ese cuadro se había agravado por estar en situación de calle, viviendo (como relataron los testigos) “en una tapera, sin luz ni agua”.
Sobre esto mismo, una de las testigos relató que Leo le había contado que “su familia lo había abandonado”.
También se ventiló que sus propios familiares le habían puesto una restricción perimetral, luego de haberlo denunciado por diversos robos. Sobre esto la vecina de Bravo afirmó que “le daba comida y a veces ropa, su estado era deplorable”.
En cuanto a las causales de su muerte, tanto los doctores Villaverde y Valenzuel sostuvieron en coincidencia con los doctores Hugo Rodríguez (médico del poder judicial) y Salomón Gurman (médico de parte por la propia familia Bravo) que la situación de salud de Bravo era muy delicada y que éste había fallecido por “un fallo multiorgánico que propició un infarto de miocardio”.
A su vez todos los profesionales asumieron que Bravo presentaba un cuadro preexistente compatible con una asepsia general, pulmón de minero, y un corazón con tres preinfartos.
En la propia autopsia, al extraer el riñón de Bravo este comenzó a supurar pus, todos los presentes se impactaron. Esto quedó filmado y fue exhibido a los jueces.
Todos estuvieron de acuerdo en que Leo no tenía lesiones perimortem (aquellas que son producidas inmediatamente antes de la muerte).
Por su parte Andrea Ojeda, la concubina de Bravo, declaró que previo al sábado (día en que ocurrió su muerte): “Leo no estaba golpeado. Llevaba desde el miércoles ausente y consumiendo”.
De esta manera, durante la cuarta jornada fue la señora Ojeda quién relató ante el tribunal que en lo referente a la situación que acabó con la detención de Leo, ella no vio golpes, que Bravo no estaba ensangrentado, que a la camioneta lo subieron caminando.
El miércoles Leandro desapareció, y el siguiente dato fue el de su detención. Por su parte, Ojeda confirmó que Bravo tenía un problema serio de adicción y era un habitual con‑ sumidor de cocaína.
Estos extremos se corroboraron con los testimonios de los forenses, quienes afirmaron que habían encontrado rastros de esa sustancia en el cadáver. Fernando Fleitas Iris Noguera (Padres deL imputado)
Fuente: Diario Norte