Cámara de TV registró a un policía dejando caer su arma en Plaza Congreso
Un agente policial dejó caer su arma reglamentaria en plena Plaza de los Dos Congresos y luego la apartó de un puntapié. Además, un patrullero y una moto fueron abandonados y luego incendiados.
El episodio, registrado por C5N, ocurrió en medio de un operativo de seguridad reforzado y en un contexto de crecientes denuncias sobre la posible presencia de infiltrados en la manifestación.
En las imágenes se observa cómo el arma permanece en el suelo durante varios segundos hasta que otro policía la recoge. Este hecho, considerado altamente irregular, se suma a otras situaciones polémicas ocurridas durante la jornada, como el abandono y posterior incendio de un patrullero y una moto policial en la vía pública.
Testigos denunciaron que los vehículos fueron dejados con las puertas abiertas antes de ser incendiados. Un manifestante logró grabar la escena de un patrullero vacío en condiciones sospechosas, lo que avivó las críticas sobre el accionar de las fuerzas de seguridad.
El operativo quedó en el centro de la polémica debido a la violencia ejercida contra los manifestantes. Hasta el momento, las autoridades no han dado explicaciones sobre el arma en el suelo ni sobre los vehículos incendiados.
Heridos y represión desmedida
El SAME informó que 15 personas resultaron heridas y fueron trasladadas a los hospitales Argerich y Ramos Mejía. Entre los afectados se encuentra Pablo Grillo, reportero gráfico que sufrió una grave lesión en el cráneo tras ser impactado por una cápsula de gas lacrimógeno en las inmediaciones del Congreso.
Uno de los momentos más impactantes de la jornada quedó registrado en un video viralizado en redes sociales: un agente golpeó brutalmente en la cabeza a una jubilada que protestaba pacíficamente. La mujer cayó inconsciente al suelo y sufrió una herida grave, siendo auxiliada de inmediato por otros manifestantes.
Estos episodios han provocado una fuerte indignación y reavivado el debate sobre el uso de la fuerza contra los manifestantes, en su mayoría adultos mayores que reclamaban por sus derechos.
Exigen respuestas y justicia
Ante el silencio oficial, organizaciones sociales y de derechos humanos han solicitado una investigación urgente sobre los hechos ocurridos. Las imágenes del arma abandonada, los vehículos incendiados y la represión han puesto en evidencia la necesidad de revisar los procedimientos policiales y garantizar la protección de los derechos ciudadanos.
Mientras tanto, crece la indignación entre los jubilados y quienes defienden el derecho a la protesta, exigiendo justicia y responsabilidades por la violencia ejercida durante la movilización.