El CONICET brilla en redes mientras pierde más de 4.000 profesionales
En tanto la expedición del CONICET en el fondo del mar se convirtió en un fenómeno en redes sociales, un informe del grupo “Economía, Política y Ciencia” (EPC) advirtió sobre el profundo deterioro del sistema científico argentino bajo el gobierno de Javier Milei.
Según el estudio, entre diciembre de 2023 y junio de 2025 se perdieron 4.040 empleos en el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI), con una caída del 7,2% en los organismos públicos y del 12% en empresas y sociedades del Estado.
El CONICET fue uno de los más afectados, con 1.085 bajas, entre despidos de personal y recortes de becas. También sufrieron el INTI, con 740 despidos, y el INTA, con 530. En términos proporcionales, el mayor ajuste se dio en la Secretaría de Ciencia y Tecnología (–40,4%) y en la Agencia I+D+i (–37,5%). El informe califica el panorama como un “vaciamiento” sin precedentes en la historia reciente del sector.
La paradoja es evidente: mientras la ciencia argentina despierta entusiasmo masivo por sus avances, quienes la hacen posible ven recortadas sus condiciones laborales y su estabilidad profesional.
Desde el 23 de julio, un equipo de científicas y científicos argentinos recorre las profundidades del Océano Atlántico a bordo del buque Falkor en el marco de la campaña Talud Continental IV. La misión, desarrollada por el CONICET junto al Schmidt Ocean Institute, transmite en vivo sus hallazgos a través de YouTube, capturando el interés de miles de personas.
El equipo explora el cañón submarino Mar del Plata, a casi 4.000 metros de profundidad, una zona de gran biodiversidad en la que convergen las corrientes cálida de Brasil y fría de Malvinas. Con la ayuda de un robot submarino de última generación, se registran imágenes en alta definición y se recolectan muestras biológicas sin alterar el ecosistema. Participan investigadores del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN–CONICET) y de instituciones de todo el país.
En paralelo a los descubrimientos —que incluyen especies como corales, crustáceos y peces abisales—, la transmisión en vivo generó un fenómeno de participación espontánea. Usuarios en redes sociales comentan en tiempo real, bautizan criaturas marinas (“Batatita” o “la estrella culona”) y celebran la ciencia nacional. Los videos superan ya las 100.000 visualizaciones. Con 19 días de duración, la expedición producirá un volumen de datos que alimentará investigaciones durante más de una década.
Pero mientras la sociedad se maravilla con estos hallazgos, el futuro del sistema científico argentino aparece cada vez más comprometido. La campaña refleja el poder de la ciencia para emocionar y educar, pero las políticas del gobierno pueden reducirla a la impotencia más absoluta.