Mortandad de peces en el río Negro: cuatro causas posibles
Vecinos de la zona denunciaron el hecho, ya que no es la primera vez que ocurre esto en dicho caudal de agua, y piden respuestas a autoridades.
Tras la denuncia de vecinos por la mortandad de peces en el río Negro, se tomaron muestras del agua para ser estudiadas.
En una primera observación, podría deberse a factores como descarga de efluentes no tratados por arrastre de agua de lluvia, disminución del flujo y estancamiento del agua por el bajo caudal del río de llanura, las altas temperaturas ambientales, incluso por el aumento de la carga orgánica y eutrofización local.
Sin embargo, se identificaron cuatro posibles causas que podrían haber contribuido al fenómeno:
- Descarga de efluentes no tratados por arrastre de agua de lluvia: se constató la presencia de materia que sería compatible con efluentes domiciliarios que son vertidos de manera directa al cauce del río, luego que el agua de lluvia arrastra lo contenido en desagües urbanos. Estos aportes aumentan la carga orgánica del agua y elevan la demanda de oxígeno para su degradación, generando condiciones desfavorables para la vida acuática.
- Disminución del flujo y estancamiento del agua: en algunos sectores de este río de llanura se observa una circulación reducida, lo que limita la renovación del agua y el intercambio de oxígeno con la atmósfera, favoreciendo la acumulación de materia orgánica y compuestos contaminantes derivados de lo que serían descargas clandestinas de cloacales, lo que se deduce por el fuerte olor a amoníaco en algunos sectores del Río Negro.
- Altas temperaturas ambientales: las elevadas temperaturas registradas en los últimos días contribuyen al aumento de la temperatura del agua. El agua más cálida posee una menor capacidad de retener oxígeno disuelto, lo que, en combinación con los otros factores mencionados, genera condiciones críticas para los peces.
- Aumento de la carga orgánica y eutrofización local: el aporte continuo de materia orgánica favorece procesos de descomposición bacteriana que consumen oxígeno disuelto, lo que puede derivar en episodios de hipoxia (bajo oxígeno) y mortandades repentinas de organismos acuáticos.
Los peces requieren un nivel mínimo de oxígeno disuelto para sobrevivir. Cuando este nivel desciende por debajo de aproximadamente 3 mg/L (o incluso 5 mg/L en especies sensibles), los peces sufren asfixia, lo que explica la mortandad registrada en la zona.




