Violó una orden de restricción y golpeó brutalmente a su ex pareja tras quedar en libertad por buena conducta

El episodio tuvo lugar en Santa Fe en horas de la mañana del lunes. El agresor había salido en libertad hacía poco tiempo, por buena conducta.

Una mujer de 36 años tuvo que ser hospitalizada este lunes debido a las graves lesiones sufridas durante un ataque perpetrado por su ex pareja en la ciudad de Santa Fe. El agresor, de 38, tenía dos medidas restrictivas de acercamiento en su contra y tras el ataque intentó quitarse la vida, por lo que permanece internado.

El hecho ocurrió a las 6.30 de la mañana en un edificio ubicado sobre calle Francia al 2.700, cuando el hombre ingresó al departamento de la víctima y la agredió con un objeto contundente. Los reportes policiales detallaron que el atacante utilizó una manopla de hierro y le ocasionó lesiones graves en la cabeza y el rostro. Según informó el portal Diario Uno, la mujer ingresó al Hospital Cullen y continuará con cuidados ambulatorios fuera del centro de salud.

Respecto al agresor, las autoridades indicaron que permanece internado en terapia intensiva bajo custodia policial, luego de sufrir una herida de arma blanca en el cuello que, de acuerdo con los primeros datos, se habría autoinfligido tras el ataque. El arresto se produjo en una obra cercana al departamento donde ocurrieron los hechos, mientras intentaba escapar.

La Policía tomó conocimiento de lo sucedido gracias al llamado de los vecinos que escucharon los gritos y ruidos provenientes de la vivienda. En el lugar, se presentó personal médico y agentes de seguridad, quienes auxiliaron a la mujer.

La madre de la mujer se mostró preocupada por la seguridad de su hija y exigió una intervención de la Justicia que garantice su protección. Según relató a la prensa local, el agresor había cumplido ocho meses de detención en la cárcel de Las Flores por episodios previos de violencia de género en perjuicio de su hija. Salió en libertad recientemente bajo el régimen de buena conducta, quedando sujeto a la obligación de firmar periódicamente ante la Justicia. Pese a ello, continuó hostigando y acosando a la mujer. Lo hacía a través de llamados telefónicos y mensajes, y la persecución constante de la víctima y sus hijos.

Ella tenía además un botón de pánico en el celular, así como otras medidas de protección. La madre relató que los nietos también padecían acoso, ya que el hombre intentaba contactarlos, los llamaba y buscaba en reiteradas ocasiones.

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