Escándalo de las coimas: la Justicia sospecha que se borraron chats entre los hermanos Milei y Spagnuolo
Los investigadores presumen que Spagnuolo habría borrado los chats en paralelo a la filtración de los audios que lo comprometen. La sospecha se apoya en la relación directa que mantenía con el mandatario.
El análisis judicial sobre el teléfono celular de Diego Spagnuolo, exfuncionario de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), arrojó un dato clave: no contiene registros de conversaciones con Karina Milei ni con el presidente Javier Milei. La ausencia de mensajes refuerza la hipótesis de que habrían sido eliminados, en el marco de la investigación por presuntas coimas vinculadas a contrataciones con la droguería Suizo Argentina.
Los investigadores presumen que Spagnuolo habría borrado los chats en paralelo a la filtración de los audios que lo comprometen. La sospecha se apoya en la relación directa que mantenía con el mandatario. Entre enero de 2024 y marzo de 2025 ingresó al menos 39 veces a la quinta de Olivos, y hasta mayo de este año sumó otras 48 visitas a la Casa Rosada, de acuerdo con los registros oficiales.
Otro dato llamativo surge del peritaje: el teléfono incautado comenzó a usarse recién en agosto de 2024, la misma fecha en la que se habrían grabado los audios bajo investigación. Esa coincidencia alimenta la hipótesis de un borrado intencional de pruebas y explicaría la falta de información previa en el dispositivo.
En los audios atribuidos a Spagnuolo se hace referencia a Karina Milei y a Eduardo “Lule” Menem , secretario de la Presidencia y figura clave del entorno oficialista, en el marco de presuntas maniobras irregulares para favorecer a la droguería Suizo Argentina en la compra de medicamentos.
Avance de la causa
La Justicia continúa con el peritaje de los dispositivos secuestrados y con el análisis de las grabaciones, con el objetivo de determinar el alcance de las responsabilidades.
En paralelo, el juez federal Sebastián Casanello ordenó el secuestro de los registros de las cámaras de seguridad vinculadas a los ingresos y salidas de Jonathan Kovalivker, empresario y dueño de Suizo Argentina, señalado como pieza central en la investigación.