Policía tuvo una cita con una scort y la terminó ahogando
Antonella Acuña tenía 22 años y había pactado un encuentro con un cliente en la localidad bonaerense de Mariano Acosta. No volvió.
Antonella Acuña tenía 22 años y trabajaba como escort. La noche del martes 1 de abril pasado salió de su casa en la zona Oeste del conurbano bonaerense para encontrarse con un cliente con el que había acordado una cita. Fue hasta una vivienda ubicada en la localidad de Mariano Acosta, en Merlo. Nunca regresó.
Su madre denunció su desaparición, y al día siguiente, su cuerpo fue encontrado sumergido en el fondo de la pileta de la misma casa del cliente, con una cadena de gran porte atada a los pies.
El dueño de la propiedad, un policía con antecedentes de consumo de drogas, fue detenido en el lugar. El ahora exagente sigue preso y se mantiene en silencio.
El horroroso caso se comenzó a conocer cuando C.E. se presentó preocupada en una comisaría para denunciar la desaparición de su hija. Dijo que Antonella no respondía los mensajes ni atendía el teléfono desde la noche anterior. Agregó que, a veces, se ausentaba por uno o dos días, pero en esta oportunidad le resultaba extraño que no hubiera ninguna comunicación.
La clave para avanzar con la investigación llegó cuando una amiga y compañera de trabajo de Antonella aportó el número de teléfono del cliente con el que había pactado la cita.
La mujer explicó a los investigadores que la víctima le había enviado la ubicación del lugar antes de ingresar a la casa y le había confirmado que llegó bien. Era una costumbre que tenían ambas para cuidarse entre sí.

El cliente en cuestión fue identificado como Agustín Guillermo Benítez, de 24 años. Era policía desde hacía 24 meses aproximadamente. Se desempeñaba como oficial de la Fuerza Barrial de Aproximación (FBA) de San Martín, aunque se encontraba en situación de “recuperación aptitudinal transitoria” (RAT) por consumo de cocaína. Llevaba cuatro meses fuera de servicio bajo tratamiento.
En el fondo del terreno, dentro de una pileta con agua estancada, hallaron el cuerpo sin vida de Antonella. Estaba vestida, le faltaba una zapatilla y tenía los pies atados con una cadena gruesa que tenía ganchos en los extremos.