La eterna promesa logística del agro argentino que volverá a manos privadas
Sobreviviente a varios intentos de privatización y en espera de inversiones que nunca llegaron, el Belgrano Cargas sigue siendo una promesa para el campo.
Finalmente el gobierno nacional decidió privatizar la empresa estatal Belgrano Cargas y Logística Sociedad Anónima, que desde 2013 tiene asignada la administración de los bienes, muebles e inmuebles pertenecientes al sector del sistema ferroviario nacional integrado por los ferrocarriles General Belgrano (que opera en el Centro y Norte del país), San Martín (región Centro) y Urquiza (región Litoral).
En concreto, la firma -que había quedado en el listado de empresas sujetas a privatización de la Ley de Bases junto con Enarsa, Intercargo, AYSA, Sofse, Corredores Viales, Nucleoeléctrica Argentina SA y el complejo Carbonífero, Ferroviario, Portuario y Energético a cargo de Yacimientos Carboníferos Río Turbio- enfrentará un esquema de “desintegración vertical” según el cual se licitarán las tres líneas por separado, contemplando allí el material rodante, las vías y los talles ferroviarios.
Este modelo pretende, a fin de cuentas, fomentar la inversión en el sistema ferroviario y lograr algo que hasta ahora no se consiguió ni desde el Estado ni desde los privados: reducir los costos logísticos de transportar cargas -en especial los granos- hacia y desde los puertos, terreno que es disputado por los camiones que no dejan de crecer.
Con la fiebre privatizadora de los 90, el gobierno de Carlos Menem intentó dejar esta empresa en manos de privados con promesas de grandes inversiones (como ahora). Sin embargo, a pesar de varios intentos por licitar su concesión, no hubo interesados.
VIEJAS PROMESAS
En 1993 se creó la Sociedad Anónima Ferrocarril General Belgrano, con la idea de atraer inversiones y mejorar la infraestructura previo a una eventual privatización.
Esto tampoco resultó exitoso y para 1999 el Estado decidió entregar la operación del Belgrano Cargas a Ferrocarril Belgrano Cargas S.A., una firma cuyo socio mayoritario era el gremio Unión Ferroviaria, y que resultó administrada por la Sociedad Operativa Ferroviaria, integrada entre otros por Sideco del Grupo Macri.
El Belgrano Cargas se volvió entonces el “ferrocarril de la soja” y las escasas inversiones se produjeron entre Salta y Rosario, dejando a un lado ramales como el C3 con destino al puerto de Barranqueras.
Uno de los principales puntos atacados por la gestión actual fue la cantidad de empleados de la empresa, que a inicios de esta gestión contaba con más de 4600, además de un déficit considerable acumulado en sus cuentas, que según el vocero presidencial, Manuel Adorni, fue financiado con 112 millones de dólares provenientes del Estado en 2023.
¿Podrá acaso la gestión de Milei cumplir con la eterna promesa logística que anhela el agro argentino?