La Iglesia se refirió a las “promesas incumplidas”, la inseguridad y la grieta en la política
En la asamblea plenaria del Episcopado se aprobó una declaración con referencias a la situación política, económica y social del país.
Así, los obispos transmitieron su preocupación por “el sufrimiento y el desencanto del pueblo”.
Se refirieron también a las “promesas incumplidas, el miedo a salir a la calle por la inseguridad y la violencia, y la necesidad de salir de la grieta y tener la capacidad de conversar y ponerse la patria al hombro”.
De forma contundente, el mensaje de la iglesia dice: “De ésta, no zafa nadie”, dejando demostrado que el texto se aleja de los formalismos.
Agregaron también que “volvemos a olvidar que la mejor política de seguridad es la educación“, y que a la Iglesia le “duele en el alma la deserción de los chicos del colegio, las aulas reemplazadas por una esquina o un rincón peligroso a la vista de madres impotentes”.
El documento comienza: “Día tras día vemos un pueblo que sufre. Pesa el agobio del desencanto, las promesas incumplidas, los sueños rotos. Pesa también la falta de un horizonte claro para nuestros hijos. Angustia sentir que es cada vez más difícil poner el pan en la mesa, cuidar la salud, imaginar un futuro para los jóvenes”.
“Se suman el miedo a salir a la calle, la violencia y la agresión generalizada. Se hace sentir cada vez más la pérdida de los valores que sostenían la vida familiar y social”, añadieron.
Afirmaron también que “la bronca y el cansancio no son buenos consejeros” e invitaron “con fervor a seguir confiando en el camino democrático con la esperanza de que estamos a tiempo”.
Fuente DiarioChaco