Vecinos dieron aviso a la Policía que continúan apareciendo embutidos tóxicos en la zona urbana, que ya generó algunas muertes de mascotas.
Este domingo por la noche, efectivos de la División Rural de Colonia Popular acudieron a la localidad de Laguna Blanca, tras un llamado telefónico de un vecino. El mismo alertó que desconocidos seguían arrojando embutidos envenenados en un campo privado lindante al casco urbano, provocando la muerte de perros y gatos.
El denunciante explicó que este problema comenzó hace dos semanas. Incluso, el 18 de noviembre ya había radicado una denuncia penal, con intervención de la comisaría jurisdiccional, que derivó en la aprehensión de un sospechoso, por una causa caratulada como «supuesto maltrato animal».
Sin embargo, los hechos continúan: durante la tarde de este domingo murió una perra de cinco meses, perteneciente a una vecina de la localidad.
Los rurales invitaron a los damnificados a formalizar nuevamente la presentación por escrito.
Además, se dio intervención a la Fiscalía Rural y Ambiental, desde donde se dispuso elevar el informe y remitir las actuaciones a la comisaría de la zona, por cuestiones de competencia.
