Almeida declaró que el arma se encontraba en el vehículo y que Leonela jugaba con ella, incitando a Giacone a disparar la misma.
Este miércoles, Cristian Almeida, uno de los detenidos e imputados por el femicidio de Leonela Ayelén Giménez, se quebró ante la Justicia y determinó que el crimen “fue un accidente”.
Ambos aportaron información clave para la reconstrucción de las últimas horas de vida de Leonela y el rol de los acusados, en una investigación que ya fue recaratulada como homicidio doblemente agravado en contexto de violencia de género.
Una testigo, que conocía a Leonela de forma reciente, declaró que esa noche se encontraron en el departamento de Emanuel Giacone, donde permanecieron consumiendo drogas antes de ir al boliche “Akiles”.
Aseguró haber visto un arma negra, de unos 20 centímetros, en la cama del acusado, y que éste solía llevarla consigo. “Yo no quise tocarla y le pedí a Ema que la saque”, relató. También afirmó que Giacone y Almeida vendían cocaína y que ella presenció cómo Leonela consumió con ellos esa noche.
Por su parte, Almeida confirmó que fue él quien le pagó el remis a Leonela para que llegara al departamento, donde también estaba presente esta testigo. Luego de allí se trasladaron al boliche, y posteriormente llevaron a la joven a su domicilio.
A partir de allí, Leonela, Almeida y Giacone se dirigieron a distintos puntos de la ciudad, hasta que decidieron salir hacia las afueras, rumbo a la localidad de Villa Ángela. Fue en ese trayecto donde, según el imputado, ocurrió el hecho fatal.
Almeida declaró que el arma se encontraba en el vehículo y que Leonela jugaba con ella, incitando a Giacone a disparar la misma. “Decía que le metan un tiro, pero nunca la agarró”, sostuvo.
Según su versión, tras un momento de tensión y bromas entre ambos, Emanuel habría accionado el arma de forma accidental. A partir de allí, relató que entraron en pánico y regresaron a la ciudad termal, pasando por varios lugares y realizando movimientos que la fiscalía interpreta como intentos de encubrimiento.
Entre los puntos que refuerzan esta sospecha, se encuentran la búsqueda del casquillo en el lugar del hecho, el descarte del celular de Leonela en un canal frente al zoológico, y las vueltas por distintos lavaderos, lo que podría indicar la intención de eliminar rastros.
Almeida también mencionó que Giacone fue a cobrar una deuda y que ambos siguieron recorriendo barrios en busca de droga, mientras ya sabían que la joven había muerto.
Por lo tanto, la fiscalía formalizará la imputación con la nueva calificación legal, analiza si los testimonios obtenidos se corresponden con las pruebas forenses, entre ellas, los rastros de sangre hallados en las zapatillas de los detenidos y el análisis del celular secuestrado. La causa continúa su curso con el Estado provincial constituido como querellante.