Los empresarios del sector aseguran que “el retraso” de los precios respecto de la inflación y el bajo consumo “les quitan rentabilidad”.
El empresario frigorífico misionero Abel Motte explicó que en el balance el resultado de la actividad es “”negativo”, porque “hay una caída muy grande del consumo, no menor al 30 o 35%, que se debe a la falta de poder adquisitivo”. Reconoció un leve incremento en las ventas alternativas, como el polio y el cerdo, pero “igualmente están en suba permanente, se acomodan permanente los precios”.
Asimismo, señaló que “se trata de hacer todo para bajar la mayor cantidad posible los costos, pero ahora con estas subas justificadas que tuvo la carne, se alejó más todavía de la billetera del consumidor”.
En materia de incrementos, preciso que en las últimas dos semanas llevan acumuladas subas de un 20%. A su vez, aclaro que “la carne subió en lo que va del año, sin este 20 había tenido un acomodo del 40 al 50% contra una inflación que estaba pisando el 200. La carne tiene un retraso en materia inflacionaria muy importante”. De cara al cierre de año, contestó “si va a tener aumento o no, eso es imposible de confirmar, porque hay que ver lo que aguanta el mercado. Si la carne no se consume, no sube”.
Con la llegada del aguinaldo, dijo que esperan una oxigenación en el mercado de la carne, donde compartió que el movimiento “el año pasado empezó el 21 (de diciembre)”, aunque el 23 y el 24 son los días de mayor venta.
Los comerciantes deben afrontar este mes el pago de los aguinaldos para los empleados, lo cual es un tema que complica aún más al sector.
Asimismo, desde su punto de vista, analizó que en la Argentina “la macroeconomía está muy bien. Ahora la micro, con sueldos de 300.000 pesos, y yo creo que las perspectivas son negativas (para el próximo año)”. El empresario sostuvo que en el país “hay un problema del poder adquisitivo, que depende de la actividad económica, que en el mercado interno esta re planchada”.