En una época donde las emociones se intensifican, la compañía de perros y gatos aporta calma, estructura y bienestar emocional, convirtiéndose en un apoyo clave durante las fiestas.
Las celebraciones de fin de año suelen asociarse a encuentros, balances y cierta euforia colectiva. Pero también invitan a mirar hacia adentro y conectar con las emociones como soledad, ansiedad o tristeza.
Cada vez más evidencia demuestra que los animales de compañía pueden convertirse en un sostén emocional esencial para atravesar este período con mayor bienestar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de 332 millones de personas conviven con depresión en el mundo, y que los momentos de alta carga emocional, como Navidad y Año Nuevo, pueden potenciar los síntomas en grupos vulnerables. En paralelo, el bienestar mental se consolida como una prioridad: el 45 % de las personas en 31 países identifica la salud mental como su principal preocupación.
En este contexto, el vínculo humano–animal muestra un impacto profundamente positivo. Los especialistas demuestran que interactuar regularmente con mascotas puede:
- Reducir el estrés y mejorar la respuesta fisiológica, con evidencia de que las interacciones con mascotas disminuyen la reactividad cardiovascular y el cortisol en estudios controlados.
- Disminuir la sensación de soledad, un beneficio especialmente marcado en adultos mayores, donde la presencia y el apego a la mascota se asocian a menores niveles de aislamiento social.
- Promover pausas saludables y hábitos de autocuidado, reportado por el 78% de los tutores, que afirman que su mascota les recuerda detenerse, descansar o tomar un respiro durante la jornada.
- Contribuir a un envejecimiento más saludable, con evidencia de que un mayor apego a la mascota se asocia con un declive físico y cognitivo más lento a lo largo de hasta 13 años de seguimiento en adultos mayores.
Se vincula con mejores resultados de salud a largo plazo, incluyendo un 24% menor riesgo de mortalidad en adultos que conviven con un perro, según grandes análisis poblacionales incluidos en los reportes de evidencia científica de interacción humano–animal.
Además, estudios demuestran que 8 de cada 10 pet parents afirman sentirse emocionalmente mejor gracias a su mascota, y que más del 70% reporta mejoras en su bienestar durante períodos estresantes.
RUTINAS Y COMPAÑÍA
Algunos organismos vinculados a la salud mental coinciden en que este período puede despertar emociones intensas como la nostalgia, estrés, cansancio o sensación de aislamiento; especialmente en personas con menor red de apoyo. En estos momentos, los animales de compañía cumplen un doble rol:
- Sostienen la rutina diaria: paseos, horarios de comida y cuidados básicos que mantienen a las personas activas y enfocadas.
- Ofrecen compañía genuina: su presencia física y su comportamiento no verbal reducen la sensación de aislamiento, especialmente en personas que transitan las fiestas sin redes familiares cercanas.
La OPS (Organización Panamericana de la Salud) destaca que los hábitos saludables, la actividad moderada y la conexión emocional son pilares claves para prevenir episodios depresivos. Las mascotas contribuyen directamente a estos tres factores.
RECORDATORIO
Los animales de compañía no reemplazan la atención profesional en salud mental, pero sí pueden convertirse en un apoyo único y accesible. Para quienes transitan las fiestas con tristeza o ansiedad, su compañía puede ser un puente hacia el bienestar, la motivación diaria y la conexión afectiva.
En un momento del año en el que las emociones se intensifican, los perros y gatos nos recuerdan el poder de las rutinas, de la presencia y de los pequeños gestos que cuidan nuestra salud emocional.
Su compañía transforma las fiestas en una experiencia más equilibrada, más consciente y más saludable para todos.
