Terminado el período de liquidaciones que se abrió con la reducción de las retenciones a cero, el Gobierno estará nuevamente bajo estrés. Los especialistas esperan que la demanda cambiaria crezca en el mes de las elecciones legislativas.
El dólar llegó a superar los $1500 en septiembre, obligó al Banco Central y al Tesoro a vender divisas para frenar la suba y el Gobierno tomó medidas para aumentarla oferta. A pesar de los esfuerzos, la cotización minorista cerró el mes con un alza de $40 de punta a punta, que llevó el precio a los $1400.
La incertidumbre sobre la acumulación de reservas, los pagos de deuda de 2026 y el resultado de las elecciones de medio término afectaron el humor inversor y generaron una creciente demanda de dólares en el mes que acaba de terminar.
Las proyecciones de modificaciones en el esquema cambiario después de las elecciones del 26 de octubre son generalizadas. Y esa expectativa, con las dudas que genera sobre cuál será el próximo marco regulatorio, aumentan la volatilidad.
“No hay ninguna perspectiva de cambio de régimen. El régimen que tenemos es el que está, está bien calibrado y funciona perfectamente”, dijo este martes el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, en declaraciones a A24.
Octubre, la última estación de la incertidumbre
Con el inicio de octubre está empezando y el Gobierno ya usó varios de las posibles buenas noticias para calmar al dólar. Desde el apoyo de Estados Unidos, pasando por los préstamos de organismos multilaterales, a la baja a cero de las retenciones para estimular la liquidación de US$7000 millones por parte de los exportadores.
Pese a ello, el nerviosismo permanece y los analistas esperan que la volatilidad continúe. Además, prevén que la brecha entre la cotización oficial y las paralelas se amplíe porque el Banco Central volvió a introducir una de las restricciones del cepo la semana pasada.
Para la consultora LCG, el escenario hasta las elecciones estará caracterizado por la escasez de dólares, dado que la oferta extraordinaria del agro terminó este martes y la demanda aumentará a medida que se acerque el test electoral.
“Creemos que un dólar por debajo de $1400 estimulará la demanda, porque estará la percepción de que está barato, en tanto seguirá lejos de un nivel que ya tocó: el del techo de la banda. Si a eso sumamos la clásica cobertura preelectoral, no hay dudas que habrá presión alcista”, afirmó la consultora.
Por su parte, desde Outlier apuntaron que medidas como las baja de retenciones y el regreso de las restricciones para operar en simultáneo en el dólar oficial y el financiero permitieron al Gobierno comprar reservas al precio de confirmar que el esquema cambiario actual no es sustentable.