Becciu se baja del cónclave, pero la aparición de otro cardenal genera revuelo

El peruano Juan Luis Cipriani, del Opus Dei, fue visto en Santa María la Mayor, en una suerte de desafío contra la orden de Francisco.

Después de haberse revelado la fecha del inicio del cónclave -el 7 de mayo próximo-, tal como se esperaba también se habría resuelto finalmente este lunes el “caso” Becciu.

El cardenal Angelo Becciu -defenestrado por Francisco en septiembre de 2020 al verse implicado en un escándalo de corrupción, pero que clamaba ser readmitido a la elección-, finalmente dio un paso al costado “por el bien de la Iglesia”. Desde el día siguiente a la muerte del Papa, Becciu, exsustituto de la Secretaría de Estado y persona de confianza de Jorge Bergoglio, se transformó en una bala perdida. Si bien había renunciado a los derechos cardenalicios por orden del Papa, como aún tiene el título cardenalicio, inició una campaña para ser reincorporado.

Amén de sostener su inocencia sobre la condena en 2023 por una pésima y millonaria inversión en Londres, Becciu clamó ser readmitido a la votación. Según el Corriere della Sera, el purpurado habría renunciado a su obsesión de ingresar a la Capilla Sixtina después de que el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, le mostró un texto firmado por Francisco con una simple “F” que dice claramente que no puede participar en el cónclave. Fue entonces cuando Becciu habría bajado los brazos.

Lo cierto es que el caos Becciu no es el único que ha enturbiado las aguas. También está causando tensión la presencia del cardenal peruano, Juan Luis Cipriani, el primer purpurado de la historia del Opus Dei.

Si bien a fin de enero pasado trascendió que, tras acusaciones de abuso, fue sancionado por el Vaticano con restricciones disciplinarias que incluyen el exilio de su país natal, la prohibición de llevar símbolos cardenalicios y hacer declaraciones públicas, él se encuentra en Roma.

Y fue visto el domingo en la Basílica de Santa María la Mayor, donde un centenar de cardenales fueron a rendirle tributo a la tumba de Francisco y rezaron las vísperas.

Durante el encuentro con periodistas en el que Matteo Bruni anunció la fecha del cónclave, se le preguntó respecto de cómo podía ser que Cipriani se encontrara en la Basílica y en las congregaciones generales, vistas las sanciones del Vaticano. “No damos información particular sobre los cardenales”, dijo, al destacar que “no tenía indicaciones” sobre el tema.

A fin de enero, Bruni si bien confirmó que, por voluntad del papa Francisco, Cipriani fue sancionado, no proporcionó detalles de las acusaciones. Aunque indicó que las sanciones se impusieron después de que Cipriani se retirara como jefe de la iglesia peruana en 2019 “como resultado de las acusaciones contra él”, lo que sugería que había más de una denuncia. Asimismo agregó que Cipriani aceptó las medidas.

Las sanciones son similares a las impuestas a otros altos prelados que han sido acusados de abuso sexual.



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