Diputados toma partido por la salud tras la amenaza de salir de la OMS

Una vez más el gobierno apelará a un decreto de necesidad y urgencia para saltearse etapas y poder abandonar el organismo.

En 2025, el gobierno decidió cambiar el rumbo de la política de salud, que venía sosteniendo lineamientos previos con bajo perfil. La definición presidencial de salir de la Organización Mundial de la Salud (OMS) empujó a una reacción de distintos bloques de la Cámara de Diputados, que ya articulaban a los afectados por el desfinanciamiento en programas de vacunación, acceso de medicamentos y reducción de personal en hospitales de referencia.

Además de garantizar la cooperación internacional de tecnología, insumos y conocimientos técnicos, la OMS ofrece fondos para apoyar programas de atención a enfermedades transmisibles, infantiles y de salud mental.

Sin los lineamientos globales -a los que Argentina adhiere desde 1948 por la ley 13211- ni tampoco un proyecto de Presupuesto aprobado en el Congreso, le quedarían pocas cuentas que rendir al gobierno con respecto a sus medidas sanitarias.

Los trascendidos apuntan a que la salida del país del organismo se daría a través de un DNU, cuya validez puede ser revocada por el Poder Legislativo en 10 días si se logra desenmarañar a trama de intereses y canjes de favores con los gobernadores que -a la larga- serán los más perjudicados.

RECHAZO PARLAMENTARIO

“Desde la Cámara de Diputados, las expresiones de rechazo se multiplicaron. “Dejan a la Argentina fuera de la cooperación multilateral en un mundo cada vez más globalizado e interconectado”, lamentó Maximiliano Ferraro, titular de la Coalición Cívica.

“La salud pública no puede depender del dogmatismo ideológico del presidente, cuyo objetivo es que la salud deje de ser un derecho”, señaló la UCR en un comunicado, antes de emitir un pedido de información para conocer el rol del Ministerio de Salud en la decisión y “si ha sido fundada en un análisis médico y científico”.

Distinta fue la postura de Martín Maquieyra (PRO), quien relativizó el efecto de la salida de la OMS: “A las relaciones internacionales no suman, pero es un mensaje para lo que fue el manejo de la pandemia de ese organismo”.

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