A diez años de su asesinato, el fiscal Alberto Nisman fue homenajeado el domingo por la tarde en la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el lugar cuya voladura investigó durante diez años.
Además del presidente de la AMIA, Amos Linetzky, en el homenaje participaron el juez y el fiscal de la causa por el homicidio de Nisman, Julián Ercolini y Eduardo Taiano, respectivamente; Sara Garfunkel, madre del fiscal; la exmujer de Nisman y madre de sus dos hijas, la jueza federal, Sandra Arroyo Salgado; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el ministro de Salud nacional, Mario Lugones; el periodista Joaquín Morales Solá; el ministro de Seguridad porteña, Waldo Wolff; la dirigente Elisa Carrió; la portavoz del gobierno porteño, Laura Alonso y la ex vicepresidenta de la UIF María Eugenia Talerico.
Linetzky, Morales Solá, Wolff y Arroyo fueron los oradores en el encuentro en la planta baja del edificio. En una escena conmovedora, en la que una serie de cuadros mostraban la imagen de empleados actuales de la mutual, levantando foto de quienes ocupaban sus puestos y fueron asesinados en el atentado.
Visiblemente sensibilizada, Arroyo Salgado destacó a los familiares de las víctimas del atentado que, dijo, le “enseñaron” cada 18 de julio con su “resiliencia”.
“Su asesinato y esa posterior campaña de desprestigio fueron de una bajeza inconmensurable, pero no logran enterrar sus proyectos personales, ni profesionales”, afirmó sobre Nisman. Y consideró que la memoria preservada del fiscal “fue una obra del 80% argentinos y de la comunidad internacional que comparte los mismos valores”.