Peñarol eliminó a Flamengo y está en la semifinal de la Libertadores

A los uruguayos les alcanzó con la victoria en el Maracaná para clasificarse. Botafogo espera expectante.

Peñarol jugó con el peso de su invicto en la Libertadores ante Flamengo y eliminó a uno de los candidatos de la Copa con la clásica garra charrúa, orden táctico y personalidad para mantener la ventaja que había logrado en la ida de cuartos en el Maracaná. Así, el equipo uruguayo se metió en la semi después de 13 años y definirá el pase a la final con otro rival brasileño: Botafogo.

Peñarol accedió a las semifinales del máximo torneo continental tras 13 años. Foto: AP/Matilde Campodonico.
Peñarol le entregó terreno y pelota al Fla aferrado a la seguridad de su arquero Aguerre y solidez de los centrales Javier Méndez-Guzmán Rodríguez, que debieron controlar a un centrodelantero ocasional como Bruno Henrique (por la lesión del goleador Pedro y la presencia de Gabigol en el banco), sin las caracteríscas típicas del puesto y por momentos perdido en el corazón del área hasta que se movió en su hábitat natural de la banda izquierda y desniveló seguido en en ST, sin efectividad en la finalización.

La activa sociedad uruguaya del Mengao, De la Cruz-De Arrascaeta, se vinculó con continuidad pero lejos del área rival y los extremos Gerson-Plata no lograron desequilibrar con profundidad. De esta manera, el equipo carioca cayó reiteradamente en el error de tirar centros a la olla sin receptor libre y facilitó el trabajo de una de las principales virtudes de este Carbonero: el juego aéreo defensivo.

Maximiliano Silvera, del Peñarol de Uruguay, al frente, y Wesley Franca, del Flamengo de Brasil, disputan el balón durante el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores en el estadio Campeón del Siglo en Montevideo, Uruguay, el jueves 26 de septiembre de 2024. Foto: AP/Matilde Campodonico.
Aprovechando la ansiedad e impresión de Flamengo, el talentoso y veloz Leo Fernández se filtró en cada contra a espaldas del doble pivote Ortiz-DLC como amenaza constante: en el PT generó una falta que él mismo ejecutó y fue muy bien tapada por el arquero de Boca Agustín Rossi.
Ni siquiera los ingresos de Gabigol, que tuvo una sola chance al final que salvó Aguerre, y el picante Wesley desestabilizaron al rocoso, áspero y sereno Peñarol, que vuelve a ser protagonista en el certamen de América que ganó cinco veces en sus mejores tiempos.

Fuente: Olé.

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